Desde la Asociación Colombiana de Especialistas en Medicina de Urgencias y Emergencias (ACEM) se ha emitido una alerta urgente ante la profunda crisis que atraviesa el sistema de salud del país. Esta situación se refleja dramáticamente en los servicios de urgencias, que actualmente enfrentan niveles de sobreocupación superiores al 200 % en numerosas instituciones, tanto públicas como privadas.
La organización denuncia que esta sobrecarga sin precedentes no solo pone en riesgo la atención adecuada de los pacientes, sino también la seguridad física y emocional del personal médico, que opera en condiciones insostenibles. Entre las causas más relevantes, ACEM señala la falta de acceso oportuno a servicios ambulatorios, lo que ha convertido a las urgencias en la única puerta de entrada al sistema de salud para millones de colombianos.
La crisis se ve agravada por el desabastecimiento crítico de insumos y medicamentos, derivado del estancamiento en el flujo de recursos hacia hospitales e IPS. Esta carencia vulnera de forma directa el derecho fundamental a la salud, exponiendo a los pacientes a complicaciones evitables, deterioro clínico severo e incluso la muerte, especialmente en el caso de quienes padecen enfermedades crónicas.
Asimismo, se reporta el cierre progresivo de servicios de urgencias en varias regiones del país. Casos como los de la Clínica Roma y el Hospital San Carlos en Bogotá, o la Fundación Clínica del Norte en Bello, Antioquia, son solo algunos ejemplos del creciente número de instituciones en riesgo de clausura, lo que deja sin atención médica a comunidades enteras.
Finalmente, ACEM subraya el impacto del no pago o pagos con retrasos superiores a 90 días al personal de salud, situación que atenta contra la dignidad laboral y socava la estabilidad de los equipos asistenciales. Pese a estas adversidades, estos profesionales continúan prestando atención bajo condiciones extremas.
La asociación hace un llamado urgente a las autoridades nacionales para que se tomen medidas estructurales inmediatas que garanticen el acceso digno y efectivo a la salud para toda la población. La vida de miles de colombianos está en juego.